Visitas a pie para descubrir Dublín

Las joyas de Dublín: Un recorrido a pie

Oh, queridos lectores, pónganse sus zapatos más cómodos, preparen sus cámaras y ¡prepárense para recorrer las legendarias calles de Dublín! Hemos seleccionado tres deliciosas rutas a pie: una corta, otra mediana, un poco más larga, y otra para los más aventureros. Cada una de ellas le llevará en un viaje relámpago por el rico tapiz de historia, belleza y encanto de la ciudad. Así que, pongámonos los cordones y partamos, ¿de acuerdo?

La zancada corta: De Temple Bar al Trinity College (1 km | 0,62 millas | 20 minutos)

Comience su paseo en el corazón notoriamente animado de Dublín, la zona de Temple Bar. Maravíllese ante los pubs de color caramelo, en los que el sonido de la música tradicional irlandesa le atraerá. Resistiendo la tentación de parar a tomar una pinta (¡o no! ¿Quién soy yo para juzgarlo?), pasee por el próspero mercado de Meeting House Square y disfrute del aroma de la bollería fresca y el café. Desde allí, deambule un poco hacia el norte, en dirección al Trinity College. Imponente, ¿verdad? Su grandeza y proeza arquitectónica lo convierten en una visita obligada.

El meandro medio: De St. Stephen's Green a Grafton Street (2,5 km | 1,55 millas | 40 minutos)

¡Ah! ¿A quién no le gusta un buen paseo por el parque combinado con una pizca de compras? Comience en el fotogénico St Stephen's Green, un parque de 22 acres digno de una postal. Cuando se haya saciado de verdor y posiblemente haya perseguido a algunos patos, diríjase a la lujosa Grafton Street. Deléitese con los bulliciosos artistas callejeros, las tiendas de lujo y los deliciosos restaurantes. No olvide visitar la bellamente ornamentada iglesia de Santa Ana antes de llegar al final de esta ruta.

El Bucle Largo: Phoenix Park to Guinness Storehouse (6 km | 3,73 millas | 1,5 horas)

¿Listo para un paseo épico? Comience en el extenso Phoenix Park, el parque urbano cerrado más grande de Europa (¡siete veces el tamaño del Central Park de Nueva York!). Pasee entre los árboles, los ciervos y los jardines victorianos antes de dirigirse a la salida oeste. Camine hacia el sur a lo largo del río Liffey, serpenteando hasta llegar a la Guinness Storehouse. La entrada no es gratuita, pero caramba, ¡la vista desde el Gravity Bar en lo alto del edificio vale el precio de una pinta! Brindo por Dublín y por nosotros, mis queridos caminantes errantes.

Recuerde que estos horarios son aproximados, por no decir -¿con qué frecuencia nos ceñimos realmente al plan en vacaciones, eh? Disfrute del viaje, empápese del ambiente y no dude en perderse en la belleza intemporal de Dublín. ¡Feliz paseo!