Rutas a pie para descubrir Santa Eulalia del Río
Diríjase hacia el Paseo Marítimo "Abejorro" - Santa Eulalia Paseo Marítimo
Si le sobran 45 minutos, ¿puedo recomendarle un paseo por el animado Paseo Marítimo de Santa Eulalia? Este paseo de 2 kilómetros, o 1,24 millas, serpentea a lo largo del paseo marítimo. Sienta cómo se desvanecen sus preocupaciones con el chapoteo de las olas e inhale esa embriagadora mezcla de brisa marina... y los tentadores aromas de los bares de tapas. Mmmm... ¿una delicia culinaria? Sí, ¡por favor!
¿Observación del puerto, alguien? Descanse los pies y contemple los yates de recreo... o tal vez sueñe con poseer uno. También paseará junto al antiguo molino de agua, prueba encantadora de que Santa Eulalia fue una vez una potencia rural de la industria tradicional.
El "meandro de la calle principal" - Paseo medio
¿Le apetece estirar las piernas en una tarde soleada? Súbase a nuestra peregrinación urbana de 4,5 kilómetros (2,8 millas). En aproximadamente 1,5 horas, retozará por el corazón de Santa Eulalia del Río, conocido cariñosamente por los lugareños como pueblo.
Comience en la vibrante Plaza del Ayuntamiento, y susurre un rápido hola a Cesáreo, nuestra estatua de bronce residente. Desde allí, siga su olfato -o quizá su corazón- hasta el Passeig de S'Alamera, las "Ramblas locales". Es el lugar perfecto para un picnic improvisado, bordeado de altísimas palmeras y pastelerías pop-up.
¿La guinda del pastel? El puerto deportivo para disfrutar de una puesta de sol ridículamente hermosa. Puede que incluso vea a algún famoso amarrando su yate. Le dije que este paseo estaba plagado de estrellas.
Adéntrese en el "Largo paseo para recordar" - Sendero circular de Santa Eulalia
¡Preparen su resistencia y su espíritu aventurero, amigos! Esto no es un paseo; es una vigorizante caminata de 15 kilómetros (9,32 millas), es nuestro reino y dura unas 5 horas.
Comience en el emblemático Puig de Missa, una iglesia fortificada encaramada en una pintoresca colina. Después es hora de decir 'Hola' a la naturaleza. El sendero serpentea entre fragantes pinares, escalones a calas escondidas y antiguos muros de piedra seca.
Remate el viaje con el Paseo Fluvial de Santa Eulalia, un encantador encuentro con el único río de la isla. ¿La guinda (o deberíamos decir la aceituna) del pastel? La vista de la playa de Mariner's Beach cuando dé la vuelta de regreso a la ciudad. Es un espectáculo para las piernas cansadas y la promesa de un refrescante chapuzón. ¿A quién no le encantaría eso?
Así que, elija y empápese del espíritu de Santa Eulalia del Río. Créame; estos paseos son aún mejores cuando se comparten con buena compañía. Ya lo verá: ¡Santa Eulalia le acompañará a cada paso!