Cuánto dejar de propina en Palm Springs

Evan Kingsley escribió el 24/9/2023. Última actualización: 8/12/2024

¡Hola, viajeros de propina y graciosos dadores de propinas! Hoy nos embarcamos en un viaje eternamente soleado para desmitificar la cultura de las propinas en el fabuloso oasis desértico conocido como Palm Springs, EE UU. Desde los restaurantes más ostentosos a las cafeterías más emblemáticas, pasando por los bares de copas y los taxis más cool, vamos a descifrar juntos el código de las propinas en este elegante patio de recreo de SoCal. Así que coja sus gafas de sol y abróchese los cinturones. ¡Es hora de hacer un tour achispado!

Cuánto dejar de propina en los restaurantes

Propinas en efectivo
Dinero en efectivo y monedas estadounidenses colocadas en el recibo de un restaurante, destacando la práctica de dar propina por el servicio.

Ah, ¡Palm Springs! Una ciudad donde el glamour de mediados de siglo se encuentra con el encanto del desierto, especialmente evidente en sus elegantes comensales. Cuando se trata de dar propina en los restaurantes, la regla general es apuntar a un fresco 15-20% de la cuenta total antes de impuestos. Al fin y al cabo, nada complementa mejor un suculento filete o un sabroso panini de calabacín que el sabor de la generosidad, ¿verdad?

Cuánto dejar de propina en las cafeterías

Mesa con propina y café
Un cliente deja dinero como propina junto a una taza de café a medio tomar, exhibiendo la práctica común de dar propina por el servicio.

En la siguiente parada, nos encontramos inmersos en el mundo de las cafeterías. Estos queridos bastiones de cafeína nos suministran la savia que necesitamos para apreciar plenamente la elegante arquitectura moderna de mediados de siglo que salpica la ciudad. Aquí, dar uno o dos dólares de propina es la práctica aceptada. Sin embargo, si su barista le ha ofrecido un discurso esclarecedor sobre los sublimes matices de su último café con leche de origen único, ¡no dude en añadir una nota extra de agradecimiento a su propina!

Cuánto dar de propina en los bares

Mientras el sol se oculta tras las montañas de San Jacinto, nos acercamos a los palpitantes bares de Palm Springs. ¿Soy yo o todos los cócteles saben mejor con una pizca de la puesta de sol del desierto? La norma de propina aquí es de 1 a 2 dólares por bebida pedida o del 15% al 20% de la cuenta si se ha instalado para una sesión. Recuerde, ¡una propina feliz hace un sorbo feliz!

Cuánto dejar de propina en un taxi

Nuestro recorrido por las propinas no estaría completo sin una mención a los taxistas de la ciudad. Tanto si le llevan al último lugar de moda como si le ofrecen una visita improvisada a las casas emblemáticas de la zona, estas ruedas de maravilla suelen estar infravaloradas. Una buena práctica es dar una propina del 15% de la tarifa, añadiendo uno o dos dólares si han manipulado algún equipaje voluminoso.

¿Debe dar propina con tarjeta o en efectivo?

Por último, el omnipresente enigma: ¿dejar propina con tarjeta o en efectivo? Aunque la respuesta más fácil es siempre "la que tenga a mano", vale la pena mencionar que las propinas en efectivo van directamente a los bolsillos de quienes le atendieron y pueden ser un enérgico oasis en el aparente desierto de un turno largo. Así que, si puede, deje que su generosidad revolotee tan libremente como unos 20 dólares en la brisa del desierto.

En conclusión, las propinas, al igual que la propia Palm Springs, tienen que ver con la calidez. La calidez de mostrar aprecio por el buen servicio de alguien y de reconocer el elemento humano del que nos impregnamos para experimentarlo junto con nuestros mojitos o cafés con leche. Recuerde, mientras damos por concluido nuestro recorrido achispado, que al final, la cantidad no es tan importante como el acto. Así que, en caso de duda, peca de generoso. ¡Felices propinas, compañeros de viaje!


Evan Kingsley

Evan Kingsley

Hola, soy Evan. Aunque me ha mordido una piraña, me he quedado tirado en el Sáhara cuando mi camello me abandonó, e incluso he pasado una noche en una cárcel de Bután por una fruta supuestamente robada (¡juro que no la cogí!), me sigue gustando tanto viajar que no creo que deje de hacerlo nunca. Con más de 130 países a mis espaldas, siempre estoy a la caza de la próxima aventura salvaje... ¡espero que con menos mordiscos, traiciones de camellos y malentendidos por la fruta!

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