Cómo llegar a Lisboa

Evan Kingsley escribió el 23/9/2023. Última actualización: 10/11/2024

Viajando desde EE.UU.

Viajar a Lisboa desde Estados Unidos es todo un viaje, ¡pero merece la pena! Múltiples compañías aéreas operan vuelos entre ambos destinos. Dependiendo de su punto de partida y de la época del año, ocasionalmente puede enganchar vuelos directos, pero en general, debe estar preparado para al menos una escala.

Cuando su vuelo aterrice en Lisboa, ¿no sería estupendo que le esperara un servicio privado de transporte al aeropuerto? No sólo pueden llevarle directamente a su alojamiento, evitando toda la confusión habitual de los recién llegados del avión, sino que también pueden asegurarse de que su equipaje llegue sano y salvo con usted. Se acabaron las luchas con maletas poco manejables en el transporte público: ¡pura felicidad!

Viajar desde Canadá

Ah, Canadá, la tierra del sirope de arce y el hockey. Pero si anhela cambiar sus botas de nieve por sandalias, Lisboa es justo el billete. Los vuelos directos de Canadá a Lisboa son más difíciles de conseguir, pero no del todo imposibles. Consulte a su agencia de viajes o a su buscador de vuelos favorito para descubrir las mejores opciones.

Una vez que haya aterrizado, considere la posibilidad de reservar un servicio privado de transporte al aeropuerto para darle ese toque de lujo y comodidad. Piénselo: recogida personalizada, asistencia con el equipaje y transporte directo a la dirección elegida. Es como ganar la lotería de los viajes, ¡pero sin esos molestos impuestos!

Viajar desde Australia

Viajar de Australia a Lisboa no es moco de pavo. Estará volando prácticamente al otro lado del globo, pero oiga, las espectaculares vistas, la suntuosa cocina y los carismáticos lugareños de Lisboa harán sin duda que todo merezca la pena. Los vuelos, como puede imaginar, incluirán al menos una escala.

Hablemos ahora del post-vuelo. Después de un viaje tan largo, ¿no sería maravilloso saltarse la cola de la parada de taxis y subir en su lugar a su lanzadera privada del aeropuerto? Recibirá un servicio VIP, que hará que su largo vuelo resulte mucho menos agotador.

Viajar desde Asia

Entre Asia y Lisboa se extiende un mundo totalmente distinto, ¡pero soportar un espíritu valiente para un viaje tan largo le recompensará con creces! Los vuelos con escalas múltiples son más bien la norma en este caso, ya que los vuelos directos son bastante esquivos.

A su llegada, un servicio privado de transporte al aeropuerto le hará sentir como un caballero de brillante armadura tras el largo vuelo. Reciba ese trato real con una recogida personalizada y relájese mientras se ocupan de su equipaje. Por último, limítese a disfrutar del trayecto hasta su destino.

Viajar desde Europa

Llegar a Lisboa en tren

Si ya está en Europa, llegar a Lisboa es pan comido. Y un consejo: viajar en tren puede ser una experiencia increíblemente pintoresca y, me atrevería a decir, romántica. No busque más allá de RailEurope, un maravilloso servicio que puede ayudarle a planificar su aventura ferroviaria en un santiamén.

Cómo llegar a Lisboa en autobús

Viajar en autobús también puede ser más emocionante de lo que imagina. Especialmente con servicios como Unitiki y BudBus a su disposición, serpentear por la campiña europea de camino a Lisboa es un sueño.

Cómo llegar a Lisboa en coche

Las carreteras europeas abiertas llaman a quienes no pueden resistirse a un buen viaje por carretera. Si ése es su caso, ajuste su navegador por satélite a Lisboa y asegúrese de meter en la maleta algunas listas de reproducción fantásticas para el viaje.

En conclusión, venga de donde venga, llegar a Lisboa le reserva descubrimientos incalculables. Y recuerde, el viaje es algo más que un medio para llegar a un fin, ¡también forma parte de la aventura!


Evan Kingsley

Evan Kingsley

Hola, soy Evan. Aunque me ha mordido una piraña, me he quedado tirado en el Sáhara cuando mi camello me abandonó, e incluso he pasado una noche en una cárcel de Bután por una fruta supuestamente robada (¡juro que no la cogí!), me sigue gustando tanto viajar que no creo que deje de hacerlo nunca. Con más de 130 países a mis espaldas, siempre estoy a la caza de la próxima aventura salvaje... ¡espero que con menos mordiscos, traiciones de camellos y malentendidos por la fruta!

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