Visitas a pie para descubrir París

🚶 Corto: Siga las huellas de artistas notables por Montmartre - (2 kilómetros/1,2 millas; 1 hora)

¿Empezamos nuestro delicioso paseo por París siguiendo los pasos de artistas famosos que frecuentaron el barrio de Montmartre? Prepárense porque vamos a canalizar nuestro Van Gogh y Picasso interior durante un rato. ¿Punto de partida? La elegante Basílica del Sacre-Coeur, no sólo uno de los puntos más altos de París sino también un impresionante mirador. Mientras esté allí, sumérjase en un momento de tranquila introspección o simplemente maravíllese ante las magníficas obras de arte que adornan sus muros.

Mientras paseamos por las vibrantes calles, nos detendremos en la Place du Tertre, una pintoresca plaza repleta de delicados cafés, pintores de talento y animados dibujantes de caricaturas. Por último, terminaremos nuestro recorrido en el Museo de Montmartre, donde nos adentraremos en la historia artística de la zona. No es un viaje de postal, ¡es una aventura llena de realidad, de adoquines y de colinas!

🚶‍♂️ Medio: Revivir la historia a orillas del Sena - (5 kilómetros/3,1 millas; de 2 a 3 horas)

Nuestra ruta de longitud media es una lección de historia interactiva - ¿o debería decir, una cita amistosa con el pasado? Comenzando en el legendario Museo Louvre, hogar de la enigmática sonrisa de Mona Lisa, serpentearemos a lo largo de las románticas orillas del río Sena. Saludaremos al grandioso Pont Neuf, el puente en pie más antiguo que cruza el río, deleitándonos con su elegancia atemporal.

Más adelante, saludaremos a la mismísima belleza de hierro: la mundialmente conocida Torre Eiffel. ¿La oye susurrar historias de una época pasada? Yo sí. Ahora, es el momento de acelerar un poco, cruzando al Champ de Mars para una tranquila pausa de picnic. Disfrute de su baguette como un auténtico parisino mientras se deleita la vista con la Dama de Hierro.

🚶‍♀️ Long: Meandro por palacios y jardines intemporales - (10 kilómetros/6,2 millas; de 4 a 5 horas)

Nuestra ruta más larga es para los aventureros, aquellos a los que no les importa el constante repiqueteo de sus pies contra el pavimento parisino. Comenzaremos en la Place de la Concorde, antaño inquietante lugar de famosas decapitaciones (obviemos los detalles sangrientos, ¿de acuerdo?), y ahora símbolo de paz y armonía.

A lo largo de los grandes Champs-Élysées, diremos bonjour al Arco del Triunfo erguido y orgulloso en medio del bullicio parisino. Nuestra siguiente parada: el regio Palais Garnier, teatro de ópera por excelencia, refugio de todo lo bellamente artístico.

Por último, pero no menos importante, nos perderemos (sólo un poco, lo prometo) en el encantador Jardín de las Tullerías. Hogar de impresionantes esculturas, gloriosos parterres y tranquilos estanques, es un remanso de verdor en pleno centro de París. Es magnífico, ¿verdad?

Así que ahí lo tienen, mis finos compañeros: tres formas diferentes de sumergirnos en el corazón de París. ¡Après vous, amigos míos!